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7 de marzo de 2015

La mayoría absoluta carga de nuevo contra Cataluña

El Ejecutivo central alega que Catalunya "busca desarrollar una diplomacia pública" sin ser un Estado


Fuera caretas, ya podemos decirlo sin tapujos: en todo el tiempo que lleva dedicándose a la política, a Rajoy nunca le tocó hacer algo tan difícil como decir en un anuncio institucional para los medios que le gusta Cataluña porque son emprendedores y “hacen cosas”. Cuando una sonrisa, al contrario de disfrazar la repulsión y odio que se siente, acentúa con una mueca esos sentimientos, ya no tiene sentido fingir, señores del PP, no tenéis que forzar los músculos de sus caras para ensayar un gesto que no lograrán con éxito si de hablar de Cataluña se trata.
Cada recurso admitido por el TC en relación a la celebración de una consulta democrática en Cataluña fue una afrenta a la población, no al President Artur Mas. Claro, esto ya lo sabían, con la misma certeza con que los catalanes saben que despreciáis a este pueblo.
¿Por qué digo esto? Vamos, no seáis tímidos ni nos vacilen, lo sabéis perfectamente. Una nueva afrenta contra el pueblo catalán, estando aún humeante la rotativa que dio a conocer, primero, la suspensión por tres años del Juez de la Audiencia de Barcelona, Santiago Vidal, por su participación en la redacción de una Constitución Catalana, y al día siguiente, ¡claro que sí! Se declara ilegal la Consulta del 9N. Cierto es que en esta ocasión, el regaño y estocada fue directamente para la Generalitat, pero si sabéis algo de democracia básica, es justamente el pueblo catalán el que está representado en las oficinas consulares de Cataluña en diversas partes de Europa y otros países del mundo. Así, el gobierno aprobó la impugnación ante el TC de “algunos” preceptos de la Ley catalana de Acción Exterior con el propósito de suspenderlos, así como del decreto de apertura de las anunciadas delegaciones en Roma y Viena.
Según Doña Soraya Sáenz, la norma catalana supone una violación del artículo 149.1.III de la Constitución, que habla de la distinción de competencias exclusivas del Estado y de las CCAA y también el 97 en el que se lee que corresponde al gobierno del país dirigir la política exterior.
No es un gran análisis, pero de verdad me da curiosidad saber si el Ejecutivo piensa que los catalanes son idiotas y se van a tragar la píldora. Va a ser que no, señores, no se la tragaron antes, no se la tragarán jamás.
También me mosquea mucho que la famosa ley catalana de acción exterior fue aprobada y publicada en el BOE el 23 de diciembre de 2014, y como corresponde a cualquier proyecto o iniciativa de ley, inclusive las emanadas desde la Generalitat de Catalunya, son revisadas en el Congreso de la Unión por todas las facciones parlamentarias, empezando por el PP que tiene mayoría absoluta ¿cómo es que se aprobó esta ley si se contrapone con otra previa de la misma Constitución? ¿o es que los diputados no revisan las leyes que aprueban?
Si la discusión fuese al contario, que la legislatura rechazara una ley catalana, me parecería de lo más común y ordinario – dicho en el peor de los sentidos - , pero no fue el caso, y sinceramente estoy confundida.
Bueno, es igual, el gobierno recurre una ley aprobada por los diputados de su propio partido y publicada en el boletín oficial del Estado y como en este país donde manda capitán, los marineros al carajo, pues ya se sabe de sobra cual será la resolución del Constitucional y a seguir adelante.
En las redes sociales es evidente el anhelo colectivo para que el Partido Popular abandone La Moncloa, pero seguro que ninguna comunidad como la catalana está tan ansiosa de perder de vista para siempre al presidente y a todo el partido.
Amén!
El gobierno ya le tiene vicio a las demandas contra Cataluña

Novata a mediana edad


Este asunto de crear un blogg me supera por momentos, me hace sentir torpe, desfasada, casi vieja.
Mis sobrinos e hija me dirán que a fin de cuentas, no es taaaaaaaan difícil, y muy probablemente tendrán razón, pero puedo decir, sin exagerar, que en el arranque de este proyecto, el corazón ha subido notablemente sus pulsaciones.
Se me ocurren muchas cosas, desde publicar aquí aquellos artículos que publiqué en un diario... bueno, una página digital, hasta los cuentos y relatos que me cruzan casi a diario por la cabeza.
Ahora que lo pienso, este blogg debería llamarse:" De chile, de dulce y de manteca", que es la expresión que se utiliza frecuentemente para intentar describir algo que tiene de todo un poco y mucho de nada. O, "Ni Pies ni Cabeza", pero me gustó el título de debrayes y pedos mentales porque no siempre lo que me cruza la cabeza es desechable y a veces se le puede sacar algo que en principio me gusta como queda.
Hace meses comencé un relato sobre una mujer que decide darle un buen susto al presidente del país.. Escribí por varios días y de pronto, me detuve, ya no recuerdo por qué. A principios de esta semana decidí que retomaría aquel relato y lo iría puliendo y mejorando publicándolo por capítulos cortos, como los culebrones - en México, novelas - de tv. Por genuino interés y curiosidad, fusilándole la idea a mi pareja, pensé que sería muy interesante que la gente que de casualidad leyera el relato y algo no le pareciera bien, me lo diga de forma extendida, tan detallada como quieran, o mejor aún, que me comenten cómo sería más creíble o más interesante la historia, de tal forma que  la protagonista dejase de ser un simple personaje de ficción para ser la proyección de dos o más personas, además de que, por la trama de la historia, podría también ser una especie de catarsis, de vómito negro. ¡Se trata de asesinar al presidente del país! No pretendo hacer apología del delito, tampoco quiero dar ideas a nadie ni activar un mecanismo de violencia, nada más lejos de mi intención. Lo que sí quiero es que la gente sepa que no tiene que contener su imaginación mientras sepa que hay ideas que llevadas a la acción, conllevan serias consecuencias y no sólo legales.
Regularmente iré publicando trozos de la historia y me gustaría muchísimo que la curiosidad, el interés o el aburrimiento les traiga de rebote por estos lares digitales.

Me gusta escribir, me gusta muchísimo, y soy consciente de que éste es un espacio perfecto para mí, pero su realización se me presenta harto complicada. No, no pienso ni quiero tirar la toalla, sólo quería expresar que este proyecto adquiere una relevancia muy especial por lo que está representando y lo que me dice reiteradamente de mi misma, que estoy desactualizada, que me he hecho mayor y que ya no es una cuestión sólo de patas de gallo y achaques varios, Pero siguiendo el ejemplo de aquellas mujeres que encontraron el mejor momento cuando la lozanía de la juventud y la soberbia de los primeros 30 años les abandonaron, encontraré la forma de dominar este medio, por orgullo y por beneficio personal, lo encontraré. "...... pongo a dios por testigo que no renunciaré a llevar al éxito este blog".... soy atea, pero en lugar de ese mito de la divinidad, pongo a quienes me honren con su visita como mis mejores testigos de que no claudicaré.

Pensando que en algún momento tal vez se despierte la curiosidad de mi hija ahora adolescente por lo que escribe su madre, tengo que decirte algo, tesoro mío: los debrayes se tienen con más frecuencia e intensidad cuanto más grande te haces. Créemelo.

Nuevamente gracias a mi marido y a esa belleza morena que me brinda el privilegio de ser mi sol, mi luna y mis estrellas por insistir con esto y por sus invaluables aportes a mi vida.
¡Les adoro! Gracias

Presentación


Quien me conoce sabe que nada me gusta más que discutir sobre cualquier tema, pero particularmente, sobre política, aunque mis amigos no me dan muchas oportunidades. Jojojojo
Tengo que darle las gracias a Jimena Ogz por su inspiración, por su aportación lingüística a este blogg. Cada vez que te escuché que tú o tus amigas decían esa palabra se me dibujaba un signo de interrogación muy grande en la cabeza. Intenté a través del manejo y conjugación del extraño término, entender qué demonios podría significar y te confieso que tuve que buscarlo en google, y me apareció una página tan curiosa y singular como el término mismo: Diccionario libre. En esta web encontré la definición de "debraye" y me di cuenta de que yo no estaba muy lejos de la explicación que se da en el diccionario digital.
Los pedos mentales no requieren mucha explicación, pero de acuerdo al citado catálogo de términos raros, la diferencia entre un pedo mental y un debraye es que los segundos pueden tener un fin creativo, mientras que los primeros son sencillamente idioteces que no ocupan espacio en nuestro disco duro, surgen de pronto y se diluyen en breve sin dejar ningún rastro de haber existido.

Gracias a la poco sutil insistencia de Andrés Morales para empezar este blogg que espero guste, visiten mucho, lo difundan y si les apetece, participen.

6 de marzo de 2015

A todos nos ha pasado por la cabeza matar un político - Capt. 2


No hay marcha atrás


Creo que las sociedades han confundido el concepto de civilización y orden, con resignación y mansedumbre.
Si me dicen que a nadie se le ocurre acabar con la vida de una persona, por mucho que ésta se merezca el odio y desprecio de los subordinados, nadie despierta y dice: a este me lo cargo. Bueno, si se pudiera, habría que preguntarle a Mark David Chapman o al asesino serial Andrew Cunanan (asesinos de John Lennon y Giani Versace respectivamente) si estarían de acuerdo con la afirmación de que la evolución social del ser humano ha suprimido el instinto depredador del hombre llevándole a cegar la vida de un semejante sin motivo aparente. Me atrevo a decir que ambos negarían rotundamente la veracidad de tal sentencia.
De acuerdo, estas dos personas estaban mentalmente enfermas, algún sector de sus desquiciados cerebros se había apagado definitivamente y es probable que fuese aquella sección en la que se encuentran los valores, la ética, la autocensura, ¡qué se yo!
 Elsa es una persona normal y con un profundo sentido de la empatía, la responsabilidad y la consciencia social. Alguien así, una persona como ella que jamás tuvo una infracción - nunca se sacó el carnet de conducir ni se compró coche alguno -, que no causaba molestias a sus vecinos y siempre parecía tener ánimo suficiente para repartir entre lo suyos, no puede convertirse en una asesina de un día para otro.
La idea de matar al presidente y alguno de los ministros - no tenía muy claro cuál era el más dañino -, al contrario de lo que sucede en la mayoría de las personas, no pasa de ser eso, una ocurrencia, una justificada fantasía, pero Elsa llevó ese pensamiento al terreno de la razón - o la locura reaccionaria - y como pasa con algunos fanáticos religiosos que se inmolan tras asesinar accidentes.
Elsa no es una asesina a sueldo, está convencida de que si no lo hiciera ella, cualquier otra persona se sentiría obligada a hacerlo.

El día señalado, Elsa siguió adelante. Creía que después de lo que había llegado a hacer para llegar hasta ese momento, no había marcha atrás, además, no se había dado el milagro que hubiese podido detenerla. El presidente y sus ministros seguían aniquilando los derechos sociales, la corrupción, recortes, injusticias, abusos, todo seguía igual, hasta las promesas del presidente de gobierno eran las mismas que cuando desplazó al partido que había pasado a ser oposición.

Aunque Elsa podía estar segura de que nadie estaba asumiendo como ella la decisión de influir directamente en un cambio tangible y definitivo, lo cierto es que resulta muy difícil imaginarse que entre más de 40 millones de personas, solo una, no política, se decidiera a dar un golpe de verdadero efecto sobre la vida política y social del país.

Mientras Elsa se dirigía, ya convertida en un hombre de baja estatura, tez morena, ojos marrones, nariz ancha, medio calvo y canoso, otra persona en la misma ciudad había decidido marcar un hito en la historia política del país.
Junto a un bar, muy cerca de donde se llevaría a cabo un mitin al aire libre, había uno de cientos de edificios que gracias a la banca española, había quedado vacío. Diez pisos de no más de 50 metros cuadrados estaban llenándose de polvo y con sus muebles deteriorándose inexorablemente. Uno de esos inmuebles que se construyeron sobre las ruinas de un antiguo bloque de pisos que formaban parte de la belleza arquitectónica del barrio y que fue derruido durante el auge de la burbuja inmobiliaria, en el transcurso de la primera y segunda legislatura innombrable José Venancio Hitmac*, del mismo partido que el malnacido que gobierna actualmente, PCR (Partido Coalición Representativa).
De acuerdo a sus planes, Elsa recogería la llave de la puerta de calle en un compartimento simulado en la pared, cerraría con llave al entrar y al salir, subiría hasta el piso 5, dispara, guarda todo, se va y cierra nuevamente.
Puesto así, y repasando mentalmente cada detalle de lo que había aprendido a hacer en los últimos diez meses, solo la fatalidad podía hacerle fracasar… la fatalidad y que en el momento justo, no consiguiera controlar sus pulsaciones cardiacas para acertar al blanco.
Una tarjeta del metro, llegar al punto planeado, caminar unos quinientos metros, tomar la llave, entrar, subir, disparar, bajar, cerrar y dejar la llave en su lugar. En el metro le asaltó una duda: ¿de quién es el edificio? En su cabeza imaginó toda una secuencia de sucesos que no le gustó ni un pelo, y lo que menos le gustaba era vivir con miedo. Se había puesto ese ridículo disfraz para no tener que vivir escondida, ella tenía un trabajo al que volvería una vez que terminaran sus vacaciones, lo que pasaría en poco más de quince días. Aquella mañana llamó muy temprano a su ex marido para decirle que había encontrado una oportunidad buenísima en Texas y que estaba planteándose mudarse a ese país porque estaba harta de lo que estaban haciendo los de PCR con el país. Antonio, que estaba medio dormido, apenas si hizo algún comentario que superara tres letras, eso sí, le deseó suerte y cortó la llamada. A su hermano le había llamado también para avisarle que pasaría unos días con él porque no se encontraba bien, que haría un recado y después se iría a estar con él. Su hermano trabajaba por la noche, así que tampoco a Javier le hizo ni puñetera gracia que le llamaran cuando apenas hacía unos instantes que había entrado en la cama, gruñó alguna cosa y también cortó la llamada. A Elsa no le importó, su hermano era así, parco y malhumorado, eso tendría que ser a causa de su horario de trabajo porque cuando era más joven, solía ser muy sociable y alegre. La gente cambia, solo tenían que verle a ella.
Subió las escaleras para salir del subterráneo. En el vagón del metro se había planteado no llevar a cabo el plan, pero en su mente se visualizó arrepintiéndose amargamente de no hacerlo, así que recorrió el trayecto que había dibujado y llegó hasta la puerta del edificio abandonado.

El arma estaría ahí desde la madrugada anterior, escondida por ella misma en una buhardilla y envuelta en papel. Tomó la llave y abrió, cerró desde dentro y entró al reducido espacio del hall de aquel sitio vacío. El sonido de sus pasos se le antojaban demasiado fuertes tomando en cuenta que eran unos zapatos de la marca con el color amarillo mostaza. El diseño del edificio no era ninguna obra de arte arquitectónica, pero habían sabido sacarle provecho al solar. Le habían indicado que aunque no había focos en todo el sitio, el ascensor sí estaba en servicio para evitar que se echase a perder, por lo que semanalmente iba una persona para ponerlo a trabajar durante un par de horas.  Elsa prefirió subir por las escaleras. Se tranquilizó pensando que si hubiese algo o alguien en algún departamento o rincón del edificio, escucharía algo más que sus pisadas. Entró al 5 C y con calma sacó el estuche del arma, cogió una pequeña banqueta y se sentó junto a la ventana esperando que empezara todo el movimiento del mitin del presidente acompañado por sus ministros. 

3 de marzo de 2015

Temporada de cacería, perdón, de campañas políticas...

Pega, calumnia, ataca, pero gana.

La temporada de elecciones está ya encima, los partidos políticos recopilan todos sus recursos humanos y financieros a disposición del candidato de turno. El elegido, el ungido es constantemente instado a evitar ciertos temas, a recalcar otros, tener la habilidad  de esquivar baches dialécticos y mantener el control. Los ordenadores de las sedes regionales y nacionales sacan humo, la información sobre los contrincantes, verdadera y falsa, fluye como fuertes cascadas en las impresoras y la red.
Los mítines, esos bonitos baños de pueblo que se dan los candidatos son la ocasión clave para volcar sobre las desordenadas e ignorantes mentes de los militantes, todo ese tumulto de promesas, mentiras, ataques, descalificaciones y revelaciones sobre lo que los rivales son y no son en detrimento de la sociedad a la que pretenden gobernar. Sí, también hay propuestas, también hay un espacio para el discurso inspirador, para ilusionar a los ciudadanos y atraer lo único que a los partidos importa: el voto.
¿Por qué votar a Menganito es lo más inteligente, prudente y positivo que pueden hacer los andaluces, catalanes, madrileños, vascos, gallegos, etc.? Si se piensa por un minuto, nadie podría responder a esa pregunta, y menos en estos tiempos.
Buena parte de las campañas electorales se resume en el ataque indiscriminado y autoindulgente de los candidatos, unos contra otros, al que consideran su verdadero contrincante, se le lanza todo tipo de acusaciones cuya veracidad saben que la audiencia no se tomará la molestia de comprobar. Como reza aquel proverbio popular: tu miente, que algo queda. El aludido no interpondrá una demanda por calumnias y daños al honor, no antes de pregonar su indignación en todos los medios de comunicación posibles. También huelga decir que en raras ocasiones, el que acusa aporta pruebas reales y objetivas de lo que está diciendo, pero en ese mundillo de la política mediatizada, poco importa.
El impacto que tiene una arenga beligerante, intensa y recriminadora, como el de Juan Carlos Monedero de Podemos, que sermonea más que discurre, es mucho mayor al que puede causar un discurso que enuncia un proyecto de trabajo si el aspirante se ve favorecido con el voto.  Sí, también es cierto que pocas propuestas se han oído en las últimas semanas y como se diría por ahí, lo que ha predominado han sido los gritos y sombrerazos.
También es cierto que estando el ambiente social como está, esas proclamas incendiarias, los pregones beligerantes, es casi natural que atraigan mucho más que una campaña de propuestas e ideas claras con un proyecto bien definido y realista acorde a las características de la población. La gente se agarra a lo que sea que suene igual o parecido a su malestar. Es evidente, por otra parte, que el PP y el PSOE han malgastado ese recurso de los señalamientos,  porque la sociedad española ya está muy enojada e incrédula. El “tú más” tiene cansada a la generalidad de la población, al menos cuando esas acusaciones las hacen cualquiera de estos dos partidos, porque curiosamente, no reciben el mismo tratamiento si las hacen los miembros de PODEMOS.
Se entiende perfectamente la desconfianza y el enojo contra el bipartidismo, ya que, tanto el PP como el PSOE han reunido por su cuenta, un alto número de casos abiertos por corrupción.  La sociedad española – en general, aunque no totalmente – dice estar asqueada y harta de la corrupción, que es según algunos sondeos, lo que más preocupa a los ciudadanos. Sin embargo, en medio de la violenta y vertiginosa carrera por el poder, el nuevo partido ha ido cayendo, inexplicablemente, tomando en cuenta el perfil de sus dirigentes, en baches que han aboyado el fuselaje impoluto de Podemos.  Si a eso añadimos que los eternamente señalados de Podemos no han podido resistirse al lamentable papel del quejoso paranoide que se alude como centro de toda persecución como si no supieran que tal bombardeo forma parte de las actividades recurrentes de la guerra por el poder. Que no lo sepas tú que me lees o no lo sepa yo que no tengo los estudios que ostentan Pablo Iglesias y sus compañeros en la dirección de la organización, se entiende, ¿ pero ellos que son doctores en ciencias políticas? Si Podemos hubiese empleado en responder a los ataques, en perfilar y construir un proyecto ambicioso y viable para gobernar, pero evidentemente, para Monedero es más rentable ser la víctima indefensa del PP y el PSOE que ser proactivo y congruente con lo que les dio 5 puestos en el euro parlamento.
Sinceramente, me cuesta mucho trabajo entender y aceptar que los miembros del partido del círculo blanco sean ingenuos y no vieran venir los ataques fundados o no, por parte de sus rivales políticos. Lo que me sorprendió y no para bien, es que la maquinaria del bipartidismo pudiese encontrar resquicios en la muy parloteada honorabilidad de la cúpula de Podemos. Sin embargo, y con lo estridente del reproche popular a los partidos mayoritarios por las numerosas imputaciones por corrupción, los seguidores de Podemos no ven en su partido los tiznes en el sencillo ropaje de iglesias y sus colegas y la vehemencia con la que defienden a sus líderes, será de extrañar si no se lían feo las cosas en los mítines en los que el tono más alto lo dan los insultos y las calumnias de unos contra otros.
En otra entrada comentaré las mentadas encuestas.
Gracias por venir y si quieres, coméntame lo que te parece todo esto.


Primer Debraye

A todos nos ha pasado por la cabeza matar un político

Visualizad que con solo quererlo, podemos estar en otro momento, en el futuro, un futuro no demasiado lejano, Imaginaros que podéis trasladaros a un instante especial, que sois protagonistas de un suceso que en el presente y haciendo acopio de vuestra educación y los valores inculcados, no nos involucraríamos. Estoy segura de que lo habréis hecho infinidad de veces y os habéis visto como héroes, millonarios, amantes de algún personaje famoso, inventando alguna cosa que revolucionaría el mundo, os habéis imaginado siendo "the fucking masters of the universe". ¿cierto? Seguro que sí, también yo he pensado que soy lo más del mundo, la más hermosa, la más alta, la más de los más. 
Pero una vez, tuve un " polítical mind fart" que se relacionaba con una pregunta que me he hecho desde que empecé a empaparme de la situación socio-política y económica en España: ¿cómo es que nadie se ha levatando un día con la firme intención de acabar con la fuente de sus problemas y desventuras? ¿cómo es que nadie ha cogido un arma y luego de muchas prácticas de tiro al blanco, le apuntó a la cabeza a uno de los políticos que están haciendo miserable la existencia de cientos de miles de ciudadanos? 
Un día, me imaginé que había una persona, que sería una mujer joven, no demasiado joven, que un día, sintiendo que ya no tenía nada que perder, haría algo que nadie cercano a ella podría imaginar que sería capaz de hacer. Esta mujer se llama Elsa, porque me pareció un nombre apropiado para una mujer que un día decide llevar a cabo lo que millones han fantaseado: atentar y de ser posible, matar al presidente y a uno de sus colaboradores de gobierno. 
Esta mujer no es capaz de pensar en otra cosa y un día se decide hacerlo. Mientras está en su aburrido y mal pagado trabajo, Elsa hace un bosquejo de su plan, piensa una y otra vez en la forma de hacerse con una pistola, lo que no resultaría nada complicado si estuviese dispuesta a compartir su plan con su ex marido que casualmente tiene un arma. No, con ese hombre menos que con ninguno, es un gilipollas patriótico, es capaz de denunciarla. Sonríe cuando se da cuenta de que no tiene hijos y que nadie de su familia tendría que sufrir las consecuencias, a su único hermano, Javier, no le contaría nada por su propio bien, pero tendría que buscar la forma de hacerse con un arma con la que pudiera hacer un disparo certero a una distancia media. 
Mi asesina es una mujer normal, es una de millones de personas que dejaron madurar la locura de matar al presidente del país. Elsa no piensa en el impacto que un acto así tendría en ella misma, solo piensa que le haría un favor a todo el país, porque no sólo piensa acabar con él, también con aquel al que nombre sucesor. Lo más probable es que querrá repetir legislatura.
Se dice fácil, pero una voz en su cabeza le dice que no lo será. Lo cierto es que debe darse prisa, no falta mucho para que arranque toda esa carrera demencial de partidos políticos para alcanzar el poder. 
Elsa siente curiosidad por saber qué es lo que pasa por la cabeza de los otros aspirantes a gobernar, tal vez tenga ocasión de preguntarles.

Bien, pues es momento de comenzar el relato.
Girad la perilla y colocadla en las semanas previas a las elecciones generales. Imaginaros a una mujer bajita de unos 40 años, cabello castaño oscuro, corto y rizado, ojos grandes, del color de las aceitunas, de frente amplia, la cara ovalada, cejas pobladas, la boca mediana y llena que al abrirse muestra una dentadura bien cuidada pero con amalgamas y algún diente torcido. Delgada más no flaca, con poca cintura y las caderas escurridas montadas en un par de piernas bien ejercitadas. 
Elsa lleva varios meses entrenando, perfilando su plan. Consiguió el arma usando todos sus ahorros y haciéndose pasar por otra persona. 
Frente al espejo, esta vengadora urbana, prepara su transformación con maquillaje profesional. Una y otra vez, pone la mano en un maletín metálico y oscuro. Comienza colocándose una peluca que simule media calva, se pone un bronceador en crema y cubre el verde de sus ojos con lentillas oscuras. A su pequeña y afilada nariz la convirtió en una nariz chata y gruesa, sus dientes blancos se hicieron amarillentos y se coloca una cicatriz en el mentón que pueda ser mencionada en un retrato hablado. Su pecho de copa 80 fue aplanado por unas vendas y en sus hombros, una camisa con hombreras le hace más corpulenta. Se coloca un jersey que recogió de un contenedor de esos en los que la gente pone ropa vieja, y unos vaqueros. El poco cabello de su peluca tiene canas. Se bronceó las manos y se las quedó mirando con preocupación pensando que así como hay gente que tiene memoria fotográfica para los rostros y rasgos particulares, hay gente, como ella, que nunca olvida unas manos. Procuraría no mostrarse demasiado. Se contempló en el espejo de cuerpo completo durante largos minutos. Aún faltaba la barba postiza. Había recogido cabello de un compañero de trabajo al que había cortado el pelo hacía unos días. Le habían dicho que el pelo natural era mejor y si era de hombre, más, el pegamento especial fijaba mejor los recortes de pequeños pelitos que harían la vez de una barba descuidada y entrecana, como lo era el cabello de su compañero. 
Su corazón late rápidamente, pero está segura de lo que está haciendo aunque no las tiene todas consigo en lo que toca al desarrollo de su plan. 

Elsa está lista para cometer lo que penalmente se llama "magnicidio" y está convencida de que hace lo correcto. Dadas las circunstancias, le parece evidente que nadie más ha tenido los santos cojones de pararle - así, de forma definitiva - los pies a ese grupúsculo de pseudo políticos que han ido cargándose no solo la estabilidad social y económica del país, sino la dignidad y el respeto que los ciudadanos tenían de sí mismos.

Este relato queda en pausa, muy pronto continuará. Mi magnicida sigue su plan a pesar del miedo y el alto riesgo de ser pillada por la policía.